Dia 5

Día 5

Mi peor día de toda la semana!

Los exámenes tuvieron su inicio el lunes, y entiendo que, para el poco tiempo después del primer parcial, el material de estudio es basto y cojonudamente incomodo de leer, principalmente anatomía. Me estuve esforzando por repasar desde la semana antes, pero no sé por qué mi concentración y memoria no trabajan igual “y puedo imaginar por que”  Al final solo me tocó conformarme con el tiempo que distribuí en el fin de semana y el tiempo robado a la empresa. Realmente estaba estresada, comencé a comer sin parar, por ansiedad… sé que no está bien, pero no encontraba en que satisfacer esa descoordinación de energía. Por encima de esto, las cosas estaban calmadas, el trabajo fluyo de una manera, aunque parezca extraño, sin disturbios. No sé si realmente deba creer en el karma, y eso de las energías positivas y negativas, pero últimamente cuando mi jefa no está, la tranquilidad en el departamento es fluido, “a veces llego a creer que cada quien arrastra algo consigo, aunque no fuere una energía etérea y cósmica que transciende desde el universo, pero pienso que el cerebro produce que el pensamiento influya en las acciones y reacciones, haciendo cambiar lo demás en derredor”  Estará ausente algunos días debido a falta de personal en una de nuestras sucursales.

Mientras, tengo un examen que tomar, el mero hecho de pensar en “ese” examen me tiene fuera de lugar, no pude concentrarme como deseaba debido a la cantidad de trabajo que llegaba. Alcancé el un punto en el que simplemente me rendí. Me dije “basta”, mi mente estaba saturada y ya no podría hacer más que lo que he hecho en dos semanas.

Cuando llegó la noche, recordé que tenía otra clase antes del examen. Me senté en un banco cerca del aula de informática y me sorprendí de lo salificada que estaba sin saberlo… “Dos de mis compañeros de clases estuvieron escribiéndome para juntarse conmigo” pero a repasar qué coño si mi mente no podía mas, y mas ellos que le sobra el tiempo. Pese a que no respondí ninguno de sus mensajes, casualmente pasaron cerca “Joder, joder, joder!”  Después de un intercambio plástico de sonrisas, se pusieron a leer… yo, mientras, estaba en el limbo, tratando de ponerme en sintonía con ellos, miré por encima algunas hojas de mi mascota, temas que según tenía entendido carecían importancia. Siguieron hablando de los músculos el cuello, y yo rezando porque llegara la hora de irme a mi clase. Cuando el profesor pasó frente a nosotros, me levanté. Uno de ellos tenía clase junto conmigo, pero se quedó donde estaba “para seguir puliendo” .No seguí insistiendo para que me acompañara, al final estará bajo su responsabilidad. En clase el profesor repasó algunas formulas de Excel, tomó las más sencillas que pudo, ya que realmente el rating de tecnológicos en el laboratorio es bastante baja

Cuando terminó, salí disparada hacia la siguiente clase, “el temido examen” inclusive tuvo retraso porque faltaban estudiantes “Ese maldito pasa la lista mental, se sabe el nombre de todos!”. A medida que íbamos entregando el trabajo práctico se nos entregaba el examen, muchas personas quedaron fuera por no tener el trabajo, su visa de entrada al examen.


Me costo sonreír un poco cuando tome el papel entre los dedos… tenía como 3 cm de grosor, parecía un puto dossier, “y este examen tan largo?”

A medida que iba leyendo los temas, mi depresión aumentaba. 45 minutos, 26 temas, todo de desarrolle y explique. ¿Sabes lo que es reírte en medio de un examen cuando sabes que esta jodido? Así me reí, el profesor sólo me lanzó una mirada divertida, acompañándolo de su típica curvatura labial maliciosa “Ese hijo de la gran puta”.  Cerré los ojos e inspiré lentamente, llené lo que tenía en mente, avanzaba un tema, lo dejaba por mitad para avanzar en otro, seguía terminando un tema y así… cuestión que si no lo llenaba todo, al menos estuvieran todos llenos por mitad. Pasó la hora, solo dos salieron; A la hora y quince me fui.

Hubiera jurado que mi alma fue atrapada en ese papel, estaba mareada y de mal humor. Nunca me había sentido tan abrumada por un examen e incómoda conmigo misma por pasar por alto justamente esos temas que pensé no tenían importancia, llené algo gracias a que recordaba la imagen de esa hoja de la mascota “No sé por qué, pero mi memoria funciona en base a imágenes”

Y pues, Xavier ya estaba allí cuando lo llamé, nos fuimos a casa, solo hice llegar, acostar a la nena y tirarme a morir en la cama, no estaba de humor para los cariños de mi esposo. Estaba exhausta mentalmente… cerré los ojos y poco después quede dormida.

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