Que si alguna vez me has amado? de que vale ahora cuando fuiste cómplice de el dolor que me arropa. No vale ensañarse de las virtudes, cuando tus defectos recaen como la espada sobre mi pecho. Las sombras, Testigos, los rematados sentimientos impunes hacia tu falta de control. El resentimiento, mi existencia, no te deja en paz. Mas bien la esencia perfecta, que enciende la hiel que corre fríamente en tus venas, que hace bombear tu corazón. Que te hace sentir vivo. No descansaras hasta ver mi indiferencia a la vida, no es cierto?
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