Que arábigo y delicado es aquel impulso,
de apetecer tu dulce belfo,
de escrutar incesante tu esencia en apostura.

Pernicioso pensamiento,
galante óbito,
bailando trenzada en enardecimiento,

Y aún viendo a Dios en desnudez desvergonzada,
entre amores y reembolso,
sombras y cuerpos ...
no pienso en otra cosa que no seas tu.



Comentarios

  1. Si escribe un libro me lo autografía eh. No se le vaya a subir lo diva y nos abandone a nosotros sus fans en la pobreza.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog