Tu que de vez en cuando has entrado para saber si he publicado algo, gracias. Estaré retomando nuevamente la prosa que tanto deseo vacear por aquí. La maternidad se ha vuelto dueña de mis días, horarios amalgamados y un cuerpo que desconoce lo que es el tiempo. Les ofrezco mi infinita gratitud.
Siempre estuve pensando en que sería diferente. Me decidí a negar a que este largo linaje de piezas rotas sería mi herencia, ya que mi resilicencia sería la invicta, la que mostraría a este cúmulo de espectadores que cuando se quiere se puede. Más en algún momento a lo largo de mi lucha el fuego enardecido simplemente se apagó, se extinguió al punto de no retorno quedando frío, en el olvido, como esos cadáveres bailando a costa de la corriente que los arrastra sin un lugar de descanso digno al final, sin retorno. Pudiera decir cuando exactamente tuvo comienzos esta merma, pero me niego a reconocer que sabía de las señales y aun así, espere que cambiara. Me avergüenza que lo supe todo el tiempo y deposite expectativas aun más grande en el fiasco. Tenía miedo. No quería perder lo que por años construí, lo que por años soporté y perdoné. No quería enfrentar la realidad de que mi esfuerzos fueron en vano. Así que simplemente me rendi. Y de esa forma lo comprendí, que por más lágrimas que
Carajo hasta para dar una pequeña actualización sobre usted misma sus textos se sienten ¿cómo rayos lo hace? no, mejor no me diga pero ojalá no se le quite nunca, qué habilidad para escribir. Envidiable, yo también me alejé de mi blog, regreso el 22/2/22 supongo que para cuando lea esto ya habré regresado o no sé, en fin un gusto saber otra vez de usted, no se nos pierda mucho.
ResponderEliminarAún esperamos por ti, sabemos que estás haciendo un excelente trabajo como madre, no lo olvides.
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