Es una odisea personal, reflejada en tercera persona. Una sola historia.
Te extraño
Obtener enlace
Facebook
Twitter
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Que mejor manera que gritar sin voz cuando tienes un lápiz y un papel.
Obtener enlace
Facebook
Twitter
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Comentarios
Entradas populares de este blog
Siempre estuve pensando en que sería diferente. Me decidí a negar a que este largo linaje de piezas rotas sería mi herencia, ya que mi resilicencia sería la invicta, la que mostraría a este cúmulo de espectadores que cuando se quiere se puede. Más en algún momento a lo largo de mi lucha el fuego enardecido simplemente se apagó, se extinguió al punto de no retorno quedando frío, en el olvido, como esos cadáveres bailando a costa de la corriente que los arrastra sin un lugar de descanso digno al final, sin retorno. Pudiera decir cuando exactamente tuvo comienzos esta merma, pero me niego a reconocer que sabía de las señales y aun así, espere que cambiara. Me avergüenza que lo supe todo el tiempo y deposite expectativas aun más grande en el fiasco. Tenía miedo. No quería perder lo que por años construí, lo que por años soporté y perdoné. No quería enfrentar la realidad de que mi esfuerzos fueron en vano. Así que simplemente me rendi. Y de esa forma lo comprendí, que por más lágrimas que
No me amabas cuando saboreabas otro canto. No me adorabas cuando tu vestidura resbalaba por la suela. No era tu mundo al fundirte en otra carne. Mi memoria no toco tus recuerdos al ver a Dios en cuan rostros obscenos. No digas que fue un error, un desatino, o una confusión. Elegiste teniendo la opción de alejarte. Decidiste rasgar tan hermosos sentimientos, incinerar todo lo que habíamos construido y verlo consumirse junto a las cenizas. Deliberadamente escogiste retribuir mi compañía con tal golpe fatal. No digas que te arrepientes. Te aflige mi sapiencia de tu accionar. No digas que me amas. Nunca lo hiciste y nunca lo harás.
Que arábigo y delicado es aquel impulso, de apetecer tu dulce belfo, de escrutar incesante tu esencia en apostura. Pernicioso pensamiento, galante óbito, bailando trenzada en enardecimiento, Y aún viendo a Dios en desnudez desvergonzada, entre amores y reembolso, sombras y cuerpos ... no pienso en otra cosa que no seas tu.
Comentarios
Publicar un comentario